ENTRE GALLETAS Y VINOS

Experimentos con azúcar - cursos cupcakes y galletas decoradas - Pamplona

Este verano he estado bastante entretenida con muchas cositas entre manos y, una de ellas, ha sido ir decorando y "amueblando" el taller. No están los tiempos para gastos innecesarios así que he tirado bastante de reciclaje y el caso es que hemos disfrutado muchísimo buscando "segundas utilidades".

El elemento principal en la decoración del taller han sido unas cajas de vino de madera que se han convertido en estanterías. Tranquilidad!! No ha habido necesidad de beberse tropecientas botellas de riquísimo vino para amueblar el taller (aunque tampoco le habríamos hecho ascos) y esto ha sido gracias a Ángel, del Restaurante Enekorri de Pamplona (podéis conocerlo pinchando aquí); podría decir que es mi restaurante favorito y, en los últimos meses, además, mi "proveedor temporal" de cajas de madera procedentes de su exclusiva bodega. Qué menos que agradecérselo, próximamente, con unas galletitas, no??

Y aquí están las cajas de madera, que han pasado de alojar botellas de vino a estar rodeadas de dulces.
Las fotos no son las mejores ya que la luz no era buena pero... se ha hecho lo que se ha podido.

Los cupcakes están apoyados sobre latas pequeñas de maíz pintadas con pintura "de pizarra".

Y en este taller, entre caja y caja, los perros se pasean.

Para dar un tono de color, bajo un improvisado tendedero de galletas, pusimos unas cajas, cajoneras y vasitos para pinceles y lápices de "El Piojito". Si quereis ver las maravillosas cosas que hace o, incluso, encargar algunas de ellas, podéis visitar su página en facebook o en Etsy. (pinchar en los enlaces en rojo)

Me gustó el estampado de corazones ya que le da un look muy navideño a la vez que va bien para el resto del año.

Una caja para guardar mi imprescindible rafia; no puedo vivir sin ella, lo reconozco!

Y las cajoneras, perfectas para tener organizados mis cuerdas, lazos, pinzas y, por supuesto, mis nuevos washi-tapes,

Lo que más me gusta de estas cajas y cajoneras es cómo se ve la trama de la madera entre los dibujos.

Unos portalápices perfectos para los pinceles

 

Y para colgar las galletas del particular tendedero, unas pinzas (también de "El Piojito"), decoradas con distintos estampados, unos más coloridos y otros con un estilo nórdico-navideño.

Y para terminar, unas cajas de vino de una sola botella, con su puertecita y todo, guardando una sorpresilla dentro; de nuevo unas latas pintadas, esta vez de garbanzos, sujetando a unas perfectas anfitrionas.

Visto lo visto, queda claro, parece que galletas y vino van de la mano.

Chin, chin!!!