En realidad, no se si es el payaso que se quedó helado o el helado que se convirtió en payaso... lo dejo a vuestra elección.
Estas son unas de las minigalletas que tanto me gusta preparar, ya que me parecen más agradables de comer que las grandes.
Los payasos los puse en un palillo de dientes para poder pincharlos como toppers en los cupcakes que preparé para el cumpleaños de mi sobrina Natalia.
Y aquí están los mini-helados que nos tomamos con un cafecito durante el curso de galletas de verano del pasado día 8. Si los veis junto con una galleta María, os haréis mejor a la idea de su tamaño... chiquitines, eh! Me encantan!
Soy adicta a los minicortadores, jeje
CON ESTO, SE TERMINA ESTA ENTRADA TAN REFRESCANTE :-)
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