Pues si, lo dicho, metidos en las fechas en las que estamos, a la buena María no le queda otra que convertirse en la terrorífica María...
Como veréis, este año no hay excusa para no preparar en un santiamén unas galletas de Halloween; un paquete de galletas María, un poco de pasta portuguesa o fondant y un poquito de glaseado es todo lo que necesitamos para que las galletas habituales del almuerzo se conviertan estos días en las más molonas del colegio.
La verdad es que para los que no somos excesivamente dulceros, una galleta sencilla tipo la María, resulta perfecta para ser decorada sin quedar demasiado empalagosa. Si todavía no habéis probado esta combinación, no lo dudéis, os sorprenderá.
Pincha en las siguientes imágenes si quieres acceder a: